En el mundo del café a lo largo de la historia se han creado varios mitos y leyendas, en torno al grano, los efectos de la cafeína, las máquinas de espresso, los métodos, las extracciones, etc.
Pero, a la par que se ha ido experimentando y aprendiendo, dichos mitos se han esclarecido y algunos otros aún permanecen. Por ello nos encantaría platicarte de algunos que aún existen en torno a las máquinas de café.
Quizá en algún momento llegaste a observar o incluso aún lo haces, que previo al cierre de la barra, se abren ambas llaves de vapor de las lancetas para ”bajar la presión de la máquina” pero ¿te has preguntado para qué y qué pasaría si no lo hicieras?
Pues bien, previo al desarrollo de la válvula de vacío quizá este paso era necesario, pero en los equipos modernos, como San Remo, Rocket, Cimbali, entre otras tantas, esto ya no es necesario, pues gracias a la mejora contínua e innovación de las marcas, la pequeña pero importante pieza, logra que dicha presión este controlada.
Otro mito que ha sido compartido de generación en generación, es que “no se debe limpiar el grupo” para que no se pierda el “sabor tradicional” y nada está más alejado de la realidad. Los sedimentos del café, en contacto con la humedad del agua, generan hongos y bacterias nada benéficas para el consumidor, además los residuos terminan por afectar la caída del espresso, pues tapan las duchas, hasta impedir por completo el flujo. Los grupos se limpian todos los días, y sí, también es necesario que se haga con los limpiadores especializados, no solo agua y buena voluntad. La acumulación de grasa y sedimento en el empaque de grupo, ducha de grupo, émbolo y solenoide de la electroválvula, solo se combate limpiando y si es diario es mejor. Así que no olvides, la limpieza es muy importante para mantener un excelente sabor y un equipo en buen funcionamiento.
“¡Las máquinas de espresso explotan!” Esta es otra leyenda urbana, incluso utilizada como trama para algún capítulo de cierta conocida serie sobre medicina ¿te imaginas el riesgo que correría cada cafetería y restaurante bajo esta premisa?. Pero puedes estar tranquilo, ya que, como lo mencionamos previamente, la innovación y mejoras han logrado que este fenómeno no ocurra, la válvula de seguridad es la pieza clave para evitar que la máquina se convierta en una pequeña bomba. Y cumpliendo con los mantenimientos preventivos recomendados para la máquina, todo está bajo control.
“Siempre se debe apagar y desconectar la máquina de espresso”; en realidad esto dependerá de cuánto se confíe en la instalación y de los componentes de seguridad de tu equipo. Lo que es una realidad es que se consume más energía al arrancar el sistema completo, ojo ahí al recibo de la luz.
Hay quienes creen que no es posible sacar un gran espresso en una máquina monocaldera, pero ¡claro que es posible! La estabilidad térmica permite dar consistencia y constancia a la temperatura.
Por último, pero no menos importante, el agua. Sí, “una máquina estará lista para funcionar una vez que la conectes a la luz y al sistema hidráulico” pero ¡aguas con el agua! Es muy importante que consideres que el equipo siempre debería de ir acompañado de filtros de agua, que ayuden no sólo con las impurezas, también con la salinidad, la dureza, etc. Estos garantizarán una mejor vida para la máquina y un espresso con mayor calidad.
Y tú ¿Conoces más mitos alrededor de las máquinas?.